Entrevista a Philippe Gelis, de Kantox: «La experiencia del cliente financiero ha cambiado drásticamente»

Por: <br><strong>Philippe Gelis</strong>

Por:
Philippe Gelis

Kantox es la fintech pionera en el mercado español, hoy con mayor experiencia, gran proyección internacional y el apoyo de dos grandes bancos, BNB Paribas y Silicon Valley Bank. Presta servicios a empresas con compraventas internacionales, y es una de las pioneras en el mercado fintech de nuestro país. Hemos hecho una doble entrevista a su fundador y CEO, Philippe Gelis. En esta primera hablamos del sector fintech, sus perspectivas de futuro y los consejos a quienes quieran emprender en este sector.
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Philippe Gelis

Bienvenido, Philippe, gracias por participar. Nos gustaría que presentases Kantox a los lectores de Bifurcaciones.

Tratando de simplificar, somos un software que permite a las empresas gestionar de manera automatizada su exposición en divisas. Lo que quiere decir que pueden controlar su exposición al riesgo por la volatilidad del mercado de divisas, algo bastante complejo de gestionar. En lugar de tener a personas tomando decisiones el software lo hace de manera automática, basándose en la evolución del mercado en tiempo real. En suma es reemplazar gestión humana por gestión automatizada mediante software.  

Siendo una fintech que arrancó en 2012, ¿se os puede considerar aún una startup?

Esta es una pregunta difícil. Yo me acuerdo siempre de quien ha sido uno de nuestros inversores desde el principio, Luis Martín Cabiedes, el cual dice que el día que empiezas el negocio la startup se acaba porque tienes que generar ingresos. Pero yo siempre digo que quiero seguir considerándome una startup siempre, porque eso te genera una inquietud constante, y una necesidad de evolucionar. Por tanto para mi es más un tema de filosofía interna y de cómo ves la evolución interna de la empresa, que de cualquier otra cosa. Yo tengo la misma inquietud que tenía el día 1, y no quiero que cambie. 

En tu opinión, qué marca la diferencia entre una fintech y una empresa clásica del sector financiero.

(Philippe coge aire). Si miras el mercado español, por ejemplo, que se parece a casi cualquier otro mercado europeo, con referencia en el alemán, históricamente el mundo de las finanzas era un oligopolio donde unos pocos bancos se repartían el pastel. Con la llegada de una nueva regulación europea en 2007 este mercado se abrió. Lo que quiero decir es que la UE quería crear competencia en el sector financiero, porque al fin y al cabo, como sabes, un oligopolio lo único que quiere es vivir bien en el statu quo. Gracias a eso el mercado se abrió a muchas empresas de nueva creación o startups muy enfocadas en la distribución digital de servicios, a través de una app como ahora es la norma, o de servicios online. 

Y esa es la gran diferencia entre un mundo en el que hay un oligopolio que tiene décadas de antigüedad, a veces más, y del otro lado empresas que van a tener como mucho diez, quince años de antigüedad. En cierta manera son dos extremos, es como si comparases Amazon con una cadena de supermercados de toda la vida. La gran diferencia es más de filosofía que de cualquier otra cosa. Esto ha ocurrido porque la UE decidió abrir el mercado, a la que se critica habitualmente, pero sin cuya regulación este mundo fintech no hubiera despegado. En ese sentido tenemos que estar agradecidos, porque ha permitido cambiar drásticamente la experiencia del usuario. Independientemente de que el sector fintech tenga una cuota de mercado todavía relativamente pequeña, ha forzado a la banca a evolucionar muchísimo. A nivel de transparencia, a nivel de coste, a nivel de tecnología, yo creo que al final eso ha sido bueno para el consumidor. 

Ha sido bueno para el consumidor pero algunos os señalan como una amenaza para el sector bancario. Tú crees que las fintech habéis llegado para sustituirles o para colaborar. Cómo ves el futuro.

La respuesta es algo en el medio, ni blanco ni negro sino un matiz de gris. Quiero decir que lo que no podrá funcionar a largo plazo es que los bancos ofrezcan servicios de calidad baja a precio alto. Ahí es donde el sector fintech aporta mucho valor. La banca no va a desaparecer, y es porque cuando decimos la banca hablamos de mil cosas diferentes. Hay la banca para particulares que te da una hipoteca, una cuenta corriente; la de PYMES que te da créditos para construir plantas, fábricas, lo que sea; y hay la banca para grandes corporaciones, lo que llamamos capital markets. Así que la banca es algo muy complejo y muy diverso. No me gusta mucho decir fintech contra banca porque es simplificar la realidad.

Lo que está claro es que el sector de la banca enfocada a particulares va a sufrir mucho. La banca enfocada a PYMEs también va a sufrir porque la diferencia entre ella y la de particulares no es tan grande. En la parte de grandes corporaciones y capital markets yo creo que la banca seguirá claramente desempeñando un papel clave. Así que al final nos vamos a encontrar a medio plazo, diez, veinte años, con un mercado mucho más atomizado, con un ecosistema mucho más complejo, donde al final tendrás unas fintech gigantescas que serán mucho más potentes que algunos bancos; tendrás otras fintech mucho más especializadas y pequeñas; algunas competirán con la banca, otras colaborarán, otras harán ambas cosas. Así que finalmente será un matiz de gris. 

Has elogiado la regulación de la UE como favorable a las fintech. ¿También es así en el mercado español?

Nosotros estamos desde el principio con oficina con sede en Londres y sede en Barcelona. Con el Brexit acabamos separando las dos entidades, y tenemos regulación inglesa por una parte y regulación española por la otra. Está claro que los últimos diez años el regulador inglés tenía mucha ventaja porque arrancó mucho antes, era mucho más abierto a la innovación, así que al final le era, entre comillas, más fácil, rápido y sencillo regularse. Con el tiempo Europa continental ha evolucionado, España, Francia, Alemania, y está claro que a nivel de agilidad UK sigue teniendo ventaja por una razón simple, es la mayor plaza financiera de Europa y una de las mayores del mundo, y hace décadas que están acostumbrados a regular empresas financieras pequeñas y medianas, no solo grandes bancos. Cuando en un mercado como España, básicamente el regulador financiero estaba limitado a regular veinte, treinta, cincuenta bancos que eran siempre los mismos. Así que el know-how que generó era siempre el mismo, limitado a un tipo de actor que era el banco de toda la vida. 

En España hemos evolucionado, en el Banco de España hay interlocutores que saben de fintech, hay que mejorar la agilidad, pero el país es un buen mercado y no hay barrera regulatoria. Cuando oigo decir que en España es difícil el fintech por el regulador yo digo no, hay otras muchas barreras. Por ejemplo, que la población no tiene muchos conocimientos financieros. Una cosa que ayudó mucho al mercado fintech de UK a arrancar es que gracias a la plaza financiera de Londres tienes unos cuantos cientos de miles de personas en el país con grandes conocimientos financieros. Que al final son early adopters que adquieren servicios fintech rápidamente. Cuando en Francia, en Alemania, en España la gente, que tiene muchos menos conocimientos financieros, le cuesta mucho más ponerse con servicios y productos financieros nuevos. Hay un tema de desconfianza pero sobre todo porque faltan conocimientos. Y yo creo que el punto más importante y fuerte del mercado de UK es porque tenían esta enorme población de early adopters que se sentían muy cómodos con servicios financieros disruptivos. Eso les ha hecho ganar ventaja, el fintech en UK es diez veces más grande que cualquier mercado europeo, y no es solo por la regulación. Simplificarlo y reducirlo solo a eso es un error.

Entonces la digitalización acelerada que ha provocado el covid, ¿influirá positivamente en esa adopción del fintech por el público en general?

Yo creo que hemos pasado del año 2020 al 2025. Si lo piensas de manera súper pragmática hay mucha gente que no ha tenido otra opción el año pasado que descargar la app del banco en lugar de ir a la sucursal. Y hablo concretamente de la gente de más de cincuenta-sesenta. Algunos de ellos ya tenía apps, pero la mayoría de ellos iba a la sucursal, se manejaba con el cash… esta gente ha sido obligada a moverse a lo digital. Y cuando en paralelo están cerrando sucursales de manera extremadamente agresiva, el cambio al mundo online ha sido drástico. Por eso hemos pasado del 2020 al 2025. Y lo mismo con el e-commerce. El e-commerce ha ganado cinco años. La pandemia ha sido muy positiva para el sector fintech en general.

¿También para vosotros?

Sí, todo el sector online se ha beneficiado mucho de este cambio en las costumbres. 

Para cerrar la entrevista, y teniendo en cuenta que Bifurcaciones la leen muchos emprendedores, me gustaría que les transmitieses algún consejo para emprender en fintech.

Más que un consejo, si miras la repartición del PIB en general el sector financiero es el mayor de lejos, el 15-16% (te lo digo de memoria). Por tanto hemos entrado en una época en que el mayor sector del mundo está en fase de disrupción. Y yo creo que hemos tocado el 5-10% de lo que se puede hacer. Se ha tocado un poco del mundo de seguros y banca a particulares, pero estamos muy lejos de haberlo acotado. Si piensas en servicios fintech a particulares, tienes la banca del día a día, pero la pieza más importante que es la hipoteca ni está tocada por casi nadie. Tú quieres una hipoteca de manera super ágil de una fintech, pues casi no existe. Cuando es una pieza fundamental de la banca a particulares. 

Hemos tocado un poquito de la parte PYME. Casi no hemos tocado la parte de gran empresa. Casi no hemos tocado la banca de inversión. Así que como yo digo siempre en el sector fintech hay oportunidades de crear, de innovar, y de ser disruptivo probablemente para los próximos quince o veinte años. Es un sector bastante extraordinario para crear empresas, porque como la regulación crea una barrera de entrada, una vez que la traspasas también te protege de los nuevos que entran. Yo digo siempre que es un sector particular, las finanzas no gustan a todo el mundo. Pero para crear empresas e innovar hay oportunidades infinitas probablemente para dos o tres décadas. Así que si hay gente que se siente emprendedora, y quiere montar empresas en el sector tech, si no sabe muy bien dónde ir, fintech es claramente uno de los mejores verticales, sin duda ninguna. 

Philippe Gelis sobre criptomonedas: «Me cuesta creer que el bitcoin se llegue a usar para hacer compras en la vida real».

Nuestra segunda parte de la entrevista con Philippe Gelis, Ceo de Kantox y uno de sus fundadores, está centrada en el fenómeno de las criptomonedas. Philippe no solo nos da su visión, sino que responde a las grandes preguntas que hay planteadas. ¿Son o no un medio de pago? ¿Pueden servir a las empresas? ¿Serán adoptadas por los estados? ¿Acelerarán el sector fintech?

Vuestra fintech atiende a la compraventa en divisas, y ahora que las criptomonedas están en auge, quería preguntarte si este tipo de moneda puede ser una divisa más, e integrarse en un servicio como el de Kantox.

Diría que esa es la gran pregunta del momento. Mi visión de las criptomonedas es que existen desde hace poco más de diez años, siendo la más antigua el bitcoin. Yo creo que hasta la fecha como monedas o divisas no han encontrado su hueco. Si lo miras, están muy de moda, mucha gente invierte, pero nadie las usa como medio de pago. El único lugar donde son un buen medio de pago es en países o mercados donde el sistema financiero tradicional se ha hundido o no funciona. Venezuela, Argentina, Grecia hace siete u ocho años cuando el país estaba en quiebra. Pero en mercados donde el sistema financiero funciona me cuesta ver el encaje. Lo que sí funciona de cierta manera es la parte de activo especulativo. Una especie de reserva de valor que permite invertir como invertirías en cualquier otra cosa. 

Es muy difícil decir dónde acabará esto. Yo creo que hay un ángulo que mucha gente no entiende, y es que al fin y al cabo cuando una cripto como bitcoin u otras pretende montar un sistema alternativo, que no depende de ningún país o de ningún banco central, lo que están haciendo es poner en jaque al dólar americano y al banco central americano que es el más potente del mundo. Y sobre el cual se sustenta la mayor parte del comercio internacional. El problema con eso es que yo creo que nadie tiene la talla para competir con ellos. El día en que el sistema monetario dolarizado se sienta amenazado van a cortar todo. De la misma manera que hoy China, que al nivel de potencia económica está al nivel de EE.UU., aunque su divisa es diferente porque es muy local, ya lo ha prohibido. Y esa es una cuestión clave. 

La gente no entiende que querer montar un sistema alternativo que no depende de nadie es tratar de poner en jaque a los más potentes, que no van a aceptar eso en el momento en que se vean en peligro. Eso no quita para que haya un hueco grande para lo que llamaríamos las divisas digitales de bancos centrales. Un dólar digitalizado, un euro digitalizado… Ya se hizo una prueba a gran escala en Suecia con la corona los últimos dos años, los chinos están empujando mucho en ese sentido, pero al fin y al cabo eso no es más que una divisa como las que conocemos. Con la diferencia de que es puramente digital en vez de ser más tradicional, como el cash o el dinero que al final está gestionado por bancos comerciales. Así que es muy difícil predecir lo que va a pasar con las cripto, yo creo que solo un oráculo podría contestar, y los oráculos solo existen en las películas, yo no soy uno de ellos. Pero sí que hay preguntas fundamentales que nadie es capaz de contestar, y a mi eso me genera cierta incomodidad.

Qué opinión te merecen estas dos noticias recientes relativas a las criptos. El Banco Europeo de Inversiones, BEI, ha emitido un bono de deuda en la blockchain de Ethereum por 100 millones de euros. Y Alemania ha aprobado una ley para que sus fondos de inversión institucional puedan invertir en criptomonedas. Tú crees que este respaldo institucional es un camino a afianzar las criptomonedas y a avanzar en ese euro o dólar digital al que te referías.

No tengo información sobre ninguna de estas noticias, así que me cuesta contestarte. Sobre el bono Ethereum te diría que porqué no, eso no significa que el banco central europeo pierda el control. En cambio me cuesta muchísimo creer que los lander puedan invertir en criptomonedas. Porque Alemania, que es uno de los actores fundamentales detrás del banco central europeo, empiece a respaldar que sus regiones especulen con cripto me suena a fakenew. Puede ser que me equivoque, pero me cuesta mucho verlo, la verdad. 

Nota: Esta entrevista fue realizada el 30 de abril. El 21 de abril el Bundestag había aprobado una ley que permite a sus «Spezialfonds», que gestionan las inversiones de clientes institucionales en el país, invertir el 20% de su capital en criptomonedas. Eso supone 350.000 millones de euros de inversión potencial para las criptos y podría ser un respaldo o aumento de valor en el mercado de cotizaciones. Pero la respuesta de Phillipe era la acertada: la BAI, Asociación Federal de Inversiones Alternativas, ha criticado que esta legislación no permite que los «Spezialfonds» puedan emitirse en criptomoneda. Por tanto lo único que hace es permitir la inversión en un valor específico, no respaldar institucionalmente las criptos.

Y qué ocurre cuando contemplamos la cripto como una forma de revalorizar el valor de la empresa. Otra noticia reciente ha sido la crítica a Tesla porque su cotización no ha subido por fabricar coches, sino por tener muchos bitcoins. Eso es un respaldo a la criptomoneda o solo una estrategia de inversión. 

Otra vez me cuesta tener una opinión muy clara sobre esto. Te diría que Elon Musk, que es alguien muy peculiar tanto en el sentido positivo como en el negativo, es alguien a quien a veces se le va un poco la olla -lo digo de manera seria-. He leído su biografía y me pareció interesante. Para mi Elon Musk es la versión moderna del personaje de Leonardo Di Caprio en El aviador. Es el mismo tipo de loco, pero en el buen sentido. Y cuando miras las cosas que ha hecho en el pasado, como tuitear cosas que no eran aceptables para el CEO de una empresa cotizada, y que generó mucha tensión con el regulador. Cuando tuitea sobre dodgecoin, bitcoin, cosas así, yo creo que realmente se le va la olla. Yo te diría que su inversión es bitcoin es parte de una estrategia de marketing y posicionamiento, de querer parecer todo el tiempo que está en la punta de la innovación. Al final tiene poca importancia sobre si Tesla compra o no bitcoin. Creo que muchos inversores de Tesla no estarán contentos con esto, porque si inviertes en una empresa que ya es altamente especulativa, y le añades otra capa especulativa con bitcoin en la cartera, eso es una potencial bomba de relojería. Que puede ir al alza o a la baja, pero que es algo bastante peligroso y difícil de justificar. Hagan lo que quieran, es una empresa privada, pero crea confusión de manera totalmente innecesaria. Si valen 700 billones, que compren 1 billón de bitcoin es casi irrelevante. 

¿Incluso si aceptan, como han dicho, que se les paguen sus coches en bitcoin?

En cuanto a aceptar pagos en bitcoin, qué quiere decir. Creo que es PayPal quien hace poco ha dicho que aceptaba que la gente hiciera compras en bitcoin. Cuando lo lees en detalle y no te quedas en el titular populista, lo que en realidad hace PayPal es vender tus bitcoins, paga en dólares, y con los dólares abona la mercancía. Así que lo que hace, de manera súper ágil es una conversión, pero eso no es permitir hacer compras en bitcoin. Es mucho marketing y mucho bullshit (mierda). Me siento bastante incómodo con todo este tema por ver gente que empuja cosas que no son para todo el mundo, con el fin de potenciar su core business. Estamos en un momento interesante, porque la incertidumbre lleva un poco de gracia al mercado. Tengo curiosidad por ver cómo acabará esto, pero a mi me cuesta creer que el bitcoin se llegue a usar para hacer compras en la vida real. 

Pero quizá sí se llegue a usar el euro digital o el dólar digital.

Sobre el euro digital nosotros escribimos un artículo hace cuatro o cinco años, diciendo que claramente habría un euro digital, un dólar digital, un yuán digital. Que las divisas de los bancos centrales serán un día digitales es evidente desde hace mucho tiempo. Pero esto para anticiparlo no hay que ser ningún tipo de oráculo. Hoy en día el cash es un 3-5% de lo que se usa para hacer compras en la vida diaria. El cash en realidad ya ha desaparecido, el dinero es casi 100% digital hoy en día. Que mañana tengas un euro digital en tu teléfono y que se pase de un teléfono a otro es una evolución bastante natural de la tecnología. Pero sigue siendo una divisa, llevada por un banco central, con un país detrás, y totalmente regulada. La forma de tenerlo e intercambiarlo evoluciona, pero no hay que equivocarse. Un euro digital, un euro digital no es una cripto en la blockchain que no está gestionada por nadie. Es la misma divisa de siempre, con el mismo banco central de siempre, simplemente con una forma diferente. 

¿Y esa forma diferente acelera la necesidad de servicios como los que dais la fintech? ¿Influye en que ese futuro de coexistencia con lo financiero clásico, del que nos hablabas al principio, se acerque más deprisa?

Yo te diría que sí, y no. Porque al final si acaba habiendo un euro digital vale que creará necesidades a nivel de uso en el día a día diferentes, y eso creará oportunidades para fintech. Pero el día en que eso realmente arranque arrancará para todo el mundo. Se pondrán tanto los bancos como las fintech. Por tanto creará oportunidades porque habrá formas de usar el dinero de forma diferente, pero será un cambio de paradigma para todos. Bancos y fintech nos vamos a aprovechar de ello. 

La gran diferencia cuando tienes un euro digital es que el banco central tiene realmente influencia directa sobre cualquier dinero que esté en circulación. Cuando hoy en día, y eso la gente lo entiende poco, un banco central no puede emitir dinero. Lo que hace es empujar de manera indirecta a los bancos a emitir dinero e inyectarlo en el mercado, que es algo que él no puede hacer directamente. Imagínate que hoy en día hubiéramos tenido el euro digital con el covid. El banco central europeo hubiera podido dar un botón e ingresar mil euros en el bolsillo de cada europeo. Hoy eso no lo puede hacer, por lo que crea masa monetaria que entrega a los bancos para empujarla a la economía. Ahora tienes una capa intermedia con la población que son los bancos comerciales. Con una moneda digital el banco central podrá crear dinero o hacer desaparecer dinero. Te podrá decir ahora mismo, también, que cada euro digital que tienes pasa a valer ochenta céntimos. Puede hacer desaparecer masa monetaria, y eso es un cambio de paradigma fundamental. Pero, otra vez, impactará a todo el mundo, banca tradicional y fintech.