(Re)diseñar la justicia

Por: <br><strong>Laura Fauqueur</strong>

Por:
Laura Fauqueur

Poder acceder a la justicia es una necesidad básica de los ciudadanos y del estado de derecho. Sin embargo, este acceso a la justicia no es todo lo fácil y obvio que debería ser.
Por: <br><strong>Laura Fauqueur</strong>

Por:
Laura Fauqueur

Poder acceder a la justicia es una necesidad básica de los ciudadanos y del estado de derecho. 

Sin embargo, este acceso a la justicia no es todo lo fácil y obvio que debería ser. Ni todo lo rápido. Ni eficiente. A menudo, ni siquiera es entendible y accionable, ni para el ciudadano, ni siquiera para el jurista. ¿Es eso justo?

Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. Reinventar. 

Para mejorar la rapidez y la eficiencia, cada vez encontramos en el mercado más y mejores herramientas legaltech, a disposición tanto de los justiciables como de los profesionales del derecho. 

En cuanto a lograr que el acceso a la justicia sea entendible y accionable, aparte del uso de estas herramientas, tenemos que hacer un uso sin moderación del pensamiento de diseño, también llamado por su nombre en inglés, “design thinking”. 

El pensamiento de diseño no es más que una técnica para…

Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. (Re)inventar.

– Casi a diario, aceptamos condiciones y firmamos documentos que ni leemos, ni entendemos. 

Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. Reinventar. 

– Antes de la pandemia, ya señalaban vistas para juicios 2 o 3 años más tarde. ¿Qué pasaría si los juzgados cerrasen durante meses? 

Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. Reinventar. 

– Estalló una escalofriante guerra en Ucrania que, entre otras trágicas consecuencias, provoca el movimiento de millones de refugiados por Europa con muchas necesidades, incluso jurídicas, que atender con mucha urgencia y gran humanidad.

Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. Reinventar. 

¿Cómo? 

No existe una solución. 

Existen al menos 1000. De las cuales, algunas funcionarán, y otras no. 

Si me limito a decantarme directamente por una solución, es muy posible que no sea la adecuada, y no habré contemplado las posibilidades que ofrecen las otras 999. 

Aplicar la metodología del pensamiento de diseño permite explorar más posibilidades, y adaptar mejor mi solución a mis usuarios. 

Abrazar el pensamiento de diseño es comprometerse a atravesar distintas etapas, desde la detección del problema, hasta la implementación de la solución. Es asumir la incertidumbre, pues no sé de antemano adonde voy a llegar con el método, y aceptar no tomar el camino más corto, pues me obliga a detenerme en varios tramos del camino. Pero es sin duda el recorrido más humano, creativo y agradecido que nos lleva a una solución. 

No existe un método estricto para practicar esta disciplina, ni “ejercicios obligatorios”. 

Tan solo nos tenemos que comprometer a atravesar estos distintos “estados” o etapas para llegar a nuestra meta.

1. Estado: investigando. Solo sé que no sé nada. Cuando se nos plantea un problema, dedicamos tiempo a analizarlo por muchos ángulos, recogemos datos, vivencias, emociones, mediante informes, estudios, encuestas, entrevistas, etc. Nos hacemos detectives por un tiempo, buscando toda la información objetiva posible acerca del reto a resolver (quitándonos de paso los sesgos que, por mucho que nos defendamos de ellos, siempre tenemos). Con esta información tenemos una contemplación del problema mucho más global y objetiva que cuando empezamos. 

2. Estado: inventando. A partir de ahí (y no antes), podemos permitirnos pensar en soluciones a nuestro problema. Empleamos algunas de las numerosas técnicas que existen para encontrar una gran cantidad de solución: al contrario de lo que muchos creen, la creatividad no es una cualidad innata con la que se nace o no, sino que es un atributo inherente a todo ser humano, pero que se tiene que entrenar, como un músculo. En este estado nos deshacemos de la autocensura y la crítica feroz que solemos hacernos a nosotros mismos y permitimos a nuestra creatividad que fluya y se encuentre con la de los demás. 

3. Estado: ensayando. Elegimos una o varios de las ideas surgidas en el estado anterior y las construimos, realizando lo que llamamos un prototipo bruto. Nuestro prototipo bruto no es algo acabado, pero sí lo suficientemente explicito para que los usuarios puedan probarlo y hacernos sus comentarios y críticas al respecto. Insistimos en el hecho que solo debe ser un prototipo, para ser capaz de hacerlo evolucionar (o modificarlo del todo) en función de los retornos de los usuarios: siempre tenemos en mente que, por mucho que nos guste, sí no cumple su función para quienes lo estamos diseñando, no sirve de nada. 

4. Estado: implementando. Mostramos la solución resultante, y la lanzamos en la vida real, a menudo en forma de piloto, para seguir probando, mejorando, refinando la solución que hemos creado, sea un servicio, un producto, un proceso, una organización o lo que sea. 

Esta metodología permite idear soluciones para que los acuerdos y contratos que aceptamos se entiendan, para que les sea más fácil a los refugiados solicitar protección, para que un despacho de abogados cree nuestros servicios para sus clientes, para que una administración facilite sus prestaciones de forma más ágil, y un sinfín de etcétera, de los que muchos quedan aún por descubrir. 

Llegado a este punto, espero que tú que me estás leyendo habrás entendido que, dado el elevado, y creciente, número de problemas existentes en nuestras sociedades, merece la pena darle una oportunidad a esta metodología y poner así poner tu granito de arena a la inmensa tarea de disrumpir, innovar y crear soluciones para Arreglar lo que no funciona. Reparar. Solucionar. Resolver. Reinventar. 

La tarea es tan inmensa, que nos tenemos que poner todos manos a la obra para imprimir en nuestras sociedades nuestra intención de dejar atrás la guerra, la violencia, el miedo, la tristeza y la muerte y remplazarlo por la paz, la humanidad y la vida. 

La tarea es tan inmensa, que nos podemos asustar antes de empezar y quedarnos paralizados. Por ello existen métodos como el pensamiento de diseño para romper el miedo y pasar a la acción. 

Te invito a empezar haciendo ya mismo una lista de lo que no funciona y hace falta Reparar, Solucionar, Resolver o Reinventar. 

A continuación, elige un elemento de tu lista, atraviesa los distintos estados y resuélvelo. 

Uno por uno. Paso a paso. 

Algunas personas llevamos cierto tiempo aplicándolo a la justicia, mejorando procesos, construyendo legaltech, y sobre todo, recordando al mundo que en el centro de todo debe estar el humano, las personas. Siempre.