Aunque pueda parecer un viejo tópico, hoy en día se sigue percibiendo el sector legal como un sector poco tecnológico y con cierta aversión a la tecnología. Seguramente, las imágenes de los pasillos de los juzgados atestados de legajos, carpetas y expedientes no ayudan mucho a cambiar esta percepción que podemos llegar a tener sobre la justicia y los abogados y su querencia al papel y los medios analógicos.
Sin embargo, más allá de estos tópicos, la tecnología ha cambiado por completo nuestro entorno social, laboral y, evidentemente, también el entorno legal en el que nos movemos. A pesar de la resistencia al cambio, los profesionales del derecho se han enfrentado a un nuevo espacio llamado Internet en el que se hacen negocios, se manejan y transfieren cantidades ingentes de datos, se formalizan contratos y donde existen riesgos y se cometen delitos de todo tipo.
El cambio de paradigma y de entorno requiere nuevas herramientas y, por tanto, nuevos enfoques mucho más disruptivos y capaces de ayudar a los profesionales del derecho actuales y a los futuros a navegar en las aguas turbulentas de un mundo tan hiperconectado.
¿Y quién puede aportar esta innovación? La respuesta es sencilla: emprendedores tecnológicos y startups que trabajan en el vertical del LegalTech.
El LegalTech, la tecnología al servicio del derecho
LegalTech es un concepto que engloba a la tecnología que tiene como foco apoyar a los profesionales de la práctica jurídica y el derecho; es decir, aplicaciones y servicios tecnológicos que ayudan a los despachos de abogados a ser más productivos, a gestionar mejor sus casos o a proteger mejor a sus clientes gracias a la proactividad que puede aportar la tecnología.
Es un sector cada vez más en auge y que, sin duda, está cambiando por completo las reglas de juego de un sector que era especialmente tradicional y analógico y que, sin embargo, está liderando el cambio situando a España como un hub de referencia.
Grandes despachos suman fuerzas para conectarse con startups y, de esta forma, complementar sus servicios y dotarse de mejores herramientas para su negocio y sus procesos, ya sea para captar clientes, para optimizar sus procesos de gestión y ganar en eficiencia o bien para entrar en nuevas oportunidades de negocio.
Despachos como Cuatrecasas cuentan con su propio programa de aceleración con el que acceder a tecnología que les permita diferenciarse en el mercado y entidades sectoriales como la Fundación de la Mutualidad de la Abogacía ofrecen a los profesionales del derecho una puerta al LegalTech a través de iniciativas como el Lab de Emprendimiento Jurídico en el que los abogados desarrollan proyectos e ideas de negocio apoyándose en la tecnología.
La transformación del sector legal a través de las startups
elAbogado es una plataforma que hace las veces de marketplace ya que pone en contacto a la oferta y la demanda, es decir, facilita que clientes y despachos de abogados se pongan en contacto más allá de la prescripción tradicional del “boca a oreja” que limitaba mucho la llegada a nuevos clientes. Más de 13.000 profesionales de la abogacía en España están en esta plataforma que les ha derivado más de medio millón de casos y asuntos de clientes de todo el país.
También LexGoApp nos pone en contacto con profesionales del derecho y nos plantea presupuestos para nuestros casos o asuntos y plataformas como Reclamador, directamente, nos conectan con un equipo de abogados expertos en reclamaciones.
La tecnología puede, incluso, ayudarnos a elegir el mejor abogado en base a su propio historial, al igual que se mira el palmarés de un jugador de fútbol o las estadísticas de un boxeador. Esta es la propuesta que desarrolla Emerita Legal donde nos recomiendan a los abogados en función de su rendimiento judicial.
¿Y qué ocurre cuando los asuntos a tratar son muy mecánicos y repetitivos? ¿Hay alguna forma de automatizar su tratamiento? Esto es, precisamente, lo que plantea Derecho.com donde han tabulado gran parte de los asuntos habituales que gestionan los profesionales del derecho en España con la idea de acelerar su gestión y lo han empaquetado en servicios que se pueden encargar y pagar a través de su plataforma.
Una aproximación similar, la de tabular asuntos habituales, es la que plantea LegaliBoo con el desarrollo de documentos. En este caso, esta startup de Murcia se ha especializado en contratos y documentos, ofreciendo a los usuarios plantillas base que se pueden comprar para redactar contratos, actas, acuerdos de confidencialidad, autorizaciones para delegar el voto en una junta de accionistas… los asuntos legales no siempre tienen que ser difíciles.
Alguien podría pensar que, a pesar de la tecnología, hay procesos que siguen requiriendo presencialidad y, por tanto, documentos en soporte físico y firma manuscrita. Sin embargo, afortunadamente, esto también está cambiando y la firma digital ha abierto las puertas a la simplificación y la inmediatez de trámites de toda índole, sobre todo entre empresas.
Aquí es donde se encuentran empresas como Firmafy, eVicertia o Signaturit que permiten a las empresas llevar al ámbito digital los actos de firma que obligaban a sincronizar agendas o mover documentos en papel.
De hecho, hasta los actos formales que requerían presencialidad también se pueden llevar al mundo digital y esto es lo que está haciendo CouncilBox con las juntas de accionistas y los consejos de administración o, incluso, las reuniones de comunidad y juntas de propietarios. Si vivimos en entornos híbridos y remotos, tiene sentido que las reuniones formales también puedan adoptar estos modelos.
¿Y qué pasa con los retos que plantea la propia tecnología e Internet como la piratería, la privacidad o la protección de datos? También hay startups que ayudan a los profesionales del derecho y a las empresas a gestionar los problemas y retos que plantea Internet y la propia tecnología.
Si la piratería ha sido uno de los riesgos y problemas que ha planteado Internet, compañías como Smart Protection y RedPoints se encargan de rastrear Internet y cualquier plataforma para localizar activos falsificados y ayudarte a que sean retirados.
Y en el ámbito de los datos personales, compañías como YouForget.me ayudan a los profesionales del derecho a rastrear los datos que circulan por Internet sobre sus clientes y los dotan de herramientas para exigir su retirada y, en casos extremos, mitigar el impacto en su reputación como es el caso también de la plataforma RepScan.
Incluso podemos llegar a dejar controlado qué pasará con nuestra cuenta de Instagram o Facebook en el caso de fallecer; es decir, podemos llegar a establecer una especie de testamento digital con servicios como el que ofrece la plataforma Mi Legado Digital.
Si alguien pensaba que el mundo del derecho se ceñía al papel y los documentos impresos, la revolución del LegalTech ha llegado y está transformando el sector rápidamente.