Según el estudio ‘Connected Car’ de Kantar TNS, más de un 63% de los españoles se plantea adquirir un ‘coche conectado’ en la compra de su nuevo vehículo. No es de extrañar que, a la hora de realizar una compra, los consumidores apunten hacia los últimos avances tecnológicos para disfrutar de una conducción más eficiente.
Pero el hecho de conectar vehículos no es meramente un servicio útil para los clientes. A nivel gubernamental, permitirá tomar decisiones basadas en datos, como ya se hace en ciudades como San Francisco o en Alcobendas con apps de avisos de ayuntamientos. Los ciudadanos pueden avisar sobre residuos en la acera, plagas de ratones u hormigas, destrozos en parques, problemas con el alumbrado público, etc. Ciudades y ayuntamientos ya están tomando decisiones basadas en estos datos, y detectando problemas recurrentes en zonas específicas. Por ejemplo, si siempre hay alertas de residuos en una zona, es que hay que aumentar la recurrencia del paso del camión de basuras. También, pueden administrar mejor los recursos, estudiando el impacto de un evento deportivo o de una manifestación, y planificando actuaciones preventivas en lugares particulares.
Aplicar este tipo de decisiones en el mundo del motor sería posible si empezamos a recoger datos de gran cantidad de coches conectados. Ese Big Data permitirá a las administraciones una mejor planificación de su red viaria y gestión de la misma. Podría obtenerse un dato real de velocidad media por tramos y cruzarlo con datos de siniestralidad. Identificando así “puntos negros de siniestralidad”, para aplicar medidas más duras en términos de multas por exceso de velocidad. También tener identificados aquellos tramos en que los conductores reducen la velocidad por debajo del límite, ayudando a encontrar un posible peligro en esa parte del trazado.
La conectividad masiva de los vehículos permitirá basar la planificación de construcción de nuevas carreteras en datos reales de desplazamientos en coche en ciudades, municipios, entre municipios, y su distribución por vías principales y secundarias, horarios de uso, etc.
Desde el punto de vista de planificación de recursos de la DGT y de la policía, se podrían anticipar mejor a los desplazamientos de gran escala como las operaciones salida de puentes y vacaciones, con datos más precisos de las zonas más propensas al colapso.
Por otra parte, estos datos permitirían tomar decisiones relacionadas con la lucha contra el cambio climático. Identificando la proporción de vehículos que transitan por ciudades en función de su energía, diésel, gasolina, híbridos o eléctricos. Y analizando en función de ese dato el éxito de las medidas de los gobiernos municipales al restringir la movilidad de determinado tipo de vehículos en el centro de las ciudades. Y todo ello de forma anónima, recopilando los datos a la vez que se respeta el anonimato del usuario individual.
Por este motivo Telefónica lleva mucho tiempo trabajando para proporcionar a sus clientes la misma ventaja que ofrecen otros objetos conectados de la vida cotidiana a sus propios vehículos. Ventajas como el ahorro, el confort o la seguridad, que proporcionamos a través de la aplicación Movistar Car.
Los fabricantes ofrecen cada vez más a sus clientes la posibilidad de interactuar con su vehículo de forma remota. Proporcionan servicios de alertas, apertura de puertas y encendido de calefacción de forma remota, y otras funcionalidades para mejorar la experiencia en torno a los vehículos. La ventaja de Movistar Car es que conecta cualquier coche, sea nuevo o lleve tiempo con su dueño, a través de la red 4G. Convirtiéndolo en un smartcar solo con incorporar un dispositivo controlado por la App Movistar Car para smartphone.
Una vez instalado el vehículo proporciona servicios como aviso de grúa, de impacto, nivel de combustible, etc., y ofrece un punto de conexión WIFI al conductor y los pasajeros que pueden escuchar sus listas musicales favoritas o podcast sin gastar datos de su tarifa, o entretener a los más pequeños en los viajes largos con películas y videojuegos sin generar gastos extras.
La funcionalidad de GPS permite recibir mensajes personalizados y alertas para saber en todo momento la localización del vehículo, así como obtener rutas personalizadas para los viajes. También registra los últimos viajes realizados, para que se pueda analizar qué días se hacen más kilómetros o en qué períodos se utiliza más. La aplicación también revisa la mecánica, pudiendo detectar posibles fallos del sistema, programar citas relacionadas con el mantenimiento del coche, o enviar alertas si el coche recibe un impacto mientras está aparcado o si se lo lleva la grúa. También facilita el contacto con emergencias 112 en caso de colisión. Y como servicio complementario conecta al usuario con ofertas exclusivas del mundo del motor.
En definitiva, conectar objetos de nuestra vida cotidiana como el propio coche puede tener un impacto positivo personal y también un impacto positivo relevante a nivel colectivo. En ámbitos muy diversos como la lucha contra el cambio climático o las políticas de cero accidentes en carretera.