“Juan va algo tarde, le ha dicho un par de veces a su despertador inteligente que le deje dormir 5 minutos más. Finalmente, nuestro amigo se levanta, en el cuarto de baño suena la radio que está ofreciendo las noticias más importantes, ya no existe mención alguna a las condiciones del tráfico, atascos o accidentes.
Mientras se toma su primera taza de café del día, Juan abre su App ‘SHARE NOW’, normalmente su preferencia para desplazarse al trabajo es un biplaza, pero esta noche va a salir de viaje directamente desde el trabajo, y necesita un vehículo con más capacidad de maletero para llevar su equipaje, y por ello elige para su desplazamiento de hoy un SUV. Juan acaba su taza de café, se pone los zapatos, abre la puerta de casa, donde su coche ya le está esperando (‘on demand’), sin que él sea conocedor de que hace escasos 20 minutos este mismo vehículo se encontraba al otro lado de la ciudad.
Es un algoritmo inteligente el que anticipa dónde y cuándo un vehículo se necesita, asegurando a cualquier cliente su movilidad en cualquier momento. Adicionalmente, hoy el algoritmo se encarga de que Juan no vaya a perder un solo minuto de forma innecesaria.
Juan se encuentra ahora sentado en el coche, revisando sus correos electrónicos, tomando notas, y manteniendo sus primeras llamadas del día, mientras ‘su’ SUV conduce de forma totalmente autónoma hacia su trabajo”.
Todo el desarrollo de la industria de la automoción ha ido a remolque de la necesidad y anhelo de movilidad de la sociedad, y sin duda cualquiera que quiera tener éxito en el mundo de la automoción/movilidad del futuro, debe poner al cliente en el centro de su actuación.
Este pequeño relato, que es un fragmento extraído de la visión de la ciudad del futuro de Daimler Mobility, responde sin duda al consenso de la industria sobre los ejes generales del desarrollo de la movilidad, que sin duda será neutra en huella de carbono (cero emisiones), conectada (con la infraestructura, con los propios usuarios y por supuesto entre los propios vehículos) y a demanda, siendo este factor, quizá el diferencial, ya que engloba el factor de poner el foco en la persona/cliente/usuario.
Todo el desarrollo de la industria de la automoción, como no podría ser de otra manera, ha ido a remolque de la necesidad y anhelo de movilidad de la sociedad, y sin duda cualquiera que quiera tener éxito en el mundo de la automoción/movilidad del futuro, debe poner al cliente en el centro de su actuación. Solo si respondes de forma eficiente y completa a las demandas cambiantes de movilidad de la sociedad, tendrás posibilidades de sobrevivir en esta industria. Hoy en día no se trata solo de lanzar los mejores productos al mercado, sino de cómo responder de forma extraordinariamente ágil a las necesidades de movilidad.
Pensemos un momento en la evolución del comportamiento del consumidor, centrándonos en la movilidad individual (ya que hablar sobre movilidad en transporte colectivo, o incluso de la movilidad asociada a la logística, darían por si solos para sendos artículos).
La necesidad de movilidad es intrínseca al ser humano, la sensación de poder desplazarnos de A a B a nuestra voluntad es una de las claves de nuestra sensación de libertad. Aunque uno no tenga voluntad de moverse, desea sentir que tiene en cualquier momento la posibilidad de hacerlo. Este hecho hizo que desde su invención por Karl Benz a finales del siglo XIX, el automóvil fuese adquirido como conquista de esa libertad de movimiento. Los compradores de un coche adquirían ese bien para comprar su propia movilidad, ya que garantizaba poder moverse a voluntad al lugar que quisieran en el momento que lo desearan. Si extrapolamos este enfoque de la movilidad en términos de satisfacción de una necesidad, y nos permitimos la licencia de hacer una analogía antropológica con la famosa pirámide de Maslow, podríamos decir que esa fue la conquista de la base de la pirámide de la movilidad, que podríamos definir de la siguiente manera:
- Nivel 1: El acceso a la movilidad, poder responder a la necesidad básica de movernos a voluntad en cualquier momento.
- Nivel 2: La movilidad eficiente. En este nivel, ya no solo el hecho de tener movilidad es suficiente, sino que queremos que sea la más adecuada para nosotros en términos económicos y de tiempo.
- Nivel 3: La movilidad sostenible. En este nivel entra en juego, no solo nuestra conveniencia asociada a nuestra movilidad, sino que interviene el que sea la más eficiente también para el conjunto de la sociedad.
- Nivel 4: La movilidad de lujo. Aquí se suma a lo indicado en el nivel anterior, la parte experiencial, el disfrute de la movilidad, incluido los aspectos de “status”.
Sin duda el primer de los niveles, la base de esa pirámide, llevó durante mucho tiempo a la compra inconsciente de la movilidad, por medio de la adquisición de un automóvil, que suponía el acceso al tipo de libertad al que toda la población aspiraba. Una familia adquiría un coche bajo el concepto de durabilidad “un coche para toda la vida”.
Muchas décadas más tarde el grado de consciencia sobre la movilidad hizo que muchos consumidores reflexionaran sobre el concepto de que su movilidad fuera eficiente, intentando maximizar la relación entre su necesidad de movilidad, el coste que suponía la seguridad y la tecnología embarcada en el vehículo. El concepto de propiedad perdía poco a poco su sitio, para ceder su lugar al coste mensual, y al cambio mucho más frecuente del vehículo.
El concepto de pago mensual por un vehículo, va a cambiar por el de coste de tenencia y uso. (…) Del placer de conducir al placer de desplazarse… el vehículo autónomo transformará el concepto de coche tal cual hoy los conocemos, y reducirá drásticamente las distancias.
Pero si nos centramos en el hoy de los países del primer mundo se ha llegado por consciencia social y también por una dosis de imposición política a un concepto más evolucionado, el de la movilidad sostenible e individualizada. El consumidor ahora demanda movilidad adaptada a su perfil, sostenible y tecnológica. La propiedad ya no es un valor para muchos consumidores, y el auge de los vehículos en arrendamiento (Renting en nuestro país) es imparable. El concepto de pago mensual por un vehículo, va a cambiar por el de coste de tenencia y uso. Ante nuevas tecnologías más ecológicas (vehículos híbridos/eléctricos) y eficientes, parece tener sentido meter en la ecuación de modalidad eficiente el coste de la energía que debemos adquirir para poder movernos. Es decir, un consumidor debería plantearse ¿es el coste de mi vehículo de combustión interna más el coste mensual de combustible más económico que el coste de un híbrido enchufable o eléctrico más su consumo de energía?; ¿es mi necesidad de movilidad compatible con las nuevas tecnologías de cero emisiones?. Si queremos ser de los que conquistan el tercer escalón de nuestra pirámide debemos conocer estas respuestas.
¿Y en el futuro?, sin duda el concepto de movilidad personalizada va a ser la clave, e igual que hace “Juan”, nuestro protagonista inicial, se buscarán modelos más flexibles, y habremos pasado de la adquisición de un vehículo por años a movilidad por minutos. Modelos de suscripción donde podemos elegir en cada momento el tipo de vehículo que necesitamos o deseamos, todo ello de forma intuitiva, asociado a una disponibilidad 24/7 y desde cualquier tipo de dispositivo.
Pero sin duda, un elemento que resultará disruptivo en la forma en que nos movemos de forma individual será la irrupción de los vehículos autónomos. El poder desplazarnos mientras descansamos, estamos trabajando, o disfrutando de una oferta de entretenimiento como si estuviésemos en el salón de nuestra casa. Del placer de conducir al placer de desplazarse… el vehículo autónomo transformará el concepto de coche tal cual hoy los conocemos, y reducirá drásticamente las distancias. Si nuestro tiempo de sueño es de 8 horas, ¿podríamos desplazarnos 1.000 km sin apenas habernos dado cuenta, además el eliminar casi por completo los accidentes mortales?
La historia del automóvil tiene 135 años, y desde que Karl Benz en 1886 patentara el primer automóvil este invento ha modelado de forma decisiva la reciente historia de la humanidad. La evolución desde aquel “triciclo” hasta el día de hoy ha sido impresionante pero parece seguro que en los próximos 15 años la industria de la automoción se transformará más que en los anteriores 135 años. Para muestra algunas estimaciones de Daimler AG:
En 2025: Los vehículos eléctricos serán más económicos que los vehículos de combustión interna.
En 2030: El 50% de los vehículos que se vendan serán Híbridos o Eléctricos.
En 2030: Para el 31% de los europeos será más económico el usar movilidad a demanda que tener un vehículo propio.
En 2035: El 24% de los vehículos vendidos serán autónomos, la mitad de ellos para modelos de movilidad a demanda.
En 2035: La facturación de servicios de movilidad a demanda se estiman en 800 billones de dólares.
¿Estás preparado para la movilidad del futuro?, abróchate el cinturón porque el cambio es NOW.
N.B. El contenido de este artículo se corresponde con la opinión personal y reflexiones sobre movilidad de Luis Peña Diaz de Entresotos, no actuando en nombre de Mercedes Benz Financial Services España EFC, Daimler Mobility AG o el Grupo Daimler AG.